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| Autor | Mensaje |
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cobain11 Infantil
Cantidad de envíos : 1404 Edad : 35 Localización: : Fecha de inscripción : 26/08/2010
| Tema: Mis Ficciones Sáb 29 Ene 2011 - 2:02 | |
| Desde hace una semana, me puse ha escribir y escribir, estoy de vacaciones, antes de ello, me puse a leer a Vargsa Llosa, a Jaime Bayly a Lucho Borges, tambien tuve la oportunidad de leer el Quijote (las dos partes), me encantó, tambien lei Madame Bavary... bueno pues, estuve escribiendo una ficcion que se me ocurrio de repente, uso jerga peruana, dudo que lo entiendan pero igual voy a colgarlo... aver si les gusta... si no les gusta... me dicen lo que no les gusta... para corregirlo... no soy perfecto, no soy el Mesias, no soy Dios. Bueno antes que nada tengo que contarles de que va la historia no?, mi novela u obra, como quieran llamarla, es narrativa, tiene dos personajes principales, ellos son narradores y aveces hablan en primera persona... Goku: Vivia en la extrema pobreza, en un barrio mu peligroso, apestoso, su padre lo dejo, se fue a los Estads Unidos, le decian Goku por la forma de su pelo(...). Sueña con tener poder algun día. Wilo: Era de claze alta, su padre era millonario, tiene un amigo, muy intimo (Martin), con el pasar del tiempo se da cuenta que el dinero no es todo, el queria algo mas el queria: PODER ¿Como Wilo y Goku llegan a hacer grandes amigos?... - Spoiler:
El Poder, es mío. Uno CRUZA LA calle, se rasca el cachete, escupe, maldice, escupe, piensa: Miro adelante, un cholo, miro atrás, un serrano, a mis costados, dos canillitas, a lo lejos, una pandilla, este es mi barrio: sucio, apestoso, sin ganas, descolorido: perros sarnosos, viejas chismosas, coqueros, traficantes, este es mi barrio, piensa. Piensa: Yo no soy así. Goku caminaba por el sendero que le dirige a su casa, hola Goku, y Goku no hacía caso, hola concha tu madre y Goku seguía caminando, que te crees, huevón, ah, pituco te crees, ah, pituco y vives en esta mierda, ah, ven quiero conversar contigo, dijo Chapana. Yo no seré como tú, viejo concha tu madre, yo seré dueño de algún restorán o de un hotel, un buen ingeniero o un buen profesor, un buen escritor o un buen medico, pero nunca un drogadicto como tu, piensa Goku. Piensa: seguro quiere dinero, para el vicio. Que quieres, dijo Goku. Vamos allá, acá la gente puede escuchar, advertía Chapana. Pero un ratito nomás, dije. Ya, sobrado de mierda, dijo Chapana. Chapana era un viejo renegón, de tez marrón, de joven había sido coquero hasta las venas, ahora consumía menos, pero igual se enviciaba de vez en cuando, su cara llena de pelos, descuidada y mofletuda, con tajos, cuerpo de cetáceo, ojos achinados, labios finos, nariz ancha: era un desdichado. Goku caminaba, tambaleaba, en cualquier momento parecía desmayar. ¿No habría desayuna-do?, bien, ahora que quieres, Chapana, dijo Goku, tranquilo chibolo, dime una cosa, tienes plata, dijo Chapana, ahora su rostro cambio, ahora tenia ojos de ambición. No, no tengo. No pues, chibolo, no es para el vicio, es para otra huevada. Que otra huevada. Tu sabes, la vieja esta hasta las huevas y la paja ya no me es suficiente. Piensa: viejo arrecho, coquero y arrecho. Pero solo tengo quince soles, dijo Goku, no pues chibolo, sabes que son veinticinco, balbuceo Chapana, si quieres, dijo Goku, tamare, tendré que ir a la Loreto, nomás, dijo Chapana. Me quieres acompañar, vaciló Chapana, no, gracias, dijo Goku. Piensa: No, viejo concha tu madre. Ya pues chibolo, o te mariconeas, rió Chapana, ya te dije que no, dijo Goku. Te lo pierdes, dijo Chapana, luego no te quejes. Anda, nomás, cáchatela bien, no vallas a desperdiciar plata, gordo, vaciló Goku. Calla chibolo, dijo Chapana. La tarde pobre, como yo, el cielo gris, como Piura, el frio a medias, como el cabro de la esquina, el Perú una mierda, como el barrio. Goku continuó, vagamente, su camino, maldijo, tropezó, maldijo. Las casas oscilantes perpetraban una gran hilera de basura, caray, un incendio y se quedan sin casa, piensa Goku. Goku vivía en una casa, hecha de ladrillos —su papá la había construido antes de irse —era la única del barrio, a su costado vivía Aitana, la única amiga de Goku: Preciosa, de cabello castaño, de tez blanca, nariz pequeña, ojos redondos, y de labios carnosos, se parecía mucho a una actriz, que no recuerdo ahora, piensa Goku, tiene trece años y yo quince, era delgada, apenas se le notaban los senos, se parece a su madre, que en paz descanse. Goku toca la puerta, sin ganas, como si nadie le fuera a abrir; Llegas tarde, dice la madrastra de Goku, me trajiste lo que te pedí, no, me olvide, dijo Goku, y el dinero, donde esta, dámelo, dijo doña Clemencia, lo gaste, dijo Goku, parecía asustado, ¿como?, dijo doña Clemencia y alzo las manos, que me lo he gastado, ¿estas sorda?, dijo Goku cubriéndose el cuerpo, sabía que algo iba a suceder. Piensa: ahorita comienza. Muchacho del demonio, hacía pucheros doña Clemencia, no tenemos para comer y te gastas la plata, alza la voz doña Clemencia, y se puede saber, en que mierda te has gastado el dinero, hijo del demonio, rezonga doña Clemencia. Goku no dijo palabra alguna. Habla, mierda, dijo doña Clemencia. Goku no hizo caso, bajo el rostro, y salió, escucho a su madrastra decir: Si vienes, ahí te quedarás, porque no te voy abrir la puerta. Muérete, vieja de mierda. Piensa: nunca más entro a esa casa. ¿Ese fue el día que cambio la vida de Goku? Goku, sin haber pro-bado bocado en todo el día, caminó, allí estaba Aitana, sola, sentada, discriminada por su padrastro, Piensa: Cuando murió su madre, su vida se jodió, al igual que la mía cuando se fue mi padre. Goku se le acercó, cuando estaba frete a ella, se percató que Aitana temblaba, sollozaba, cada día adelgaza más, piensa Goku.
WILO CAMINA por la calle country, mira a la gente por encima del hombro, su padre le había dicho que a los cholos hay que tratarlos así, Wilo trata de seguir cada consejo de su padre, lo admira, Piensa: Gracias Dios por darme el padre que tengo, la tarde se desvanece en la vana oscuridad, Wilo cruza la calle San Felipe. Piensa: Me duele la cabeza. Sigue el sendero de la calle San Eduardo; Piensa: Ya casi llego. A lo lejos, Wilo observa que su casa esta a oscuras: de dos pisos, a todo lujo, incluso tiene terraza, se percató, de que, su cuatri-moto no estaba. Piensa: Me duele la cabeza. Telefonea a su mamá, donde estas, dijo Wilo, que ya venía para la casa, dijo doña Stephany, y mi cuatri-moto, dijo Wilo asustado, que la tenía Carlita, esa sonsa tiene mi tesoro, piensa, bueno cuida a Carlita, que estaba en casa de María Gracia, la sonsa en la casa de la monga, piensa. Entra a su casa, prende las luces, todo igual, piensa, no enciende la tv, ni se sienta en el mueble, solo se dirige a un lugar: su cuarto. Entra, se acuesta. Piensa: Me duele la cabeza. Desparramado en su cama, Wilo se pone ha pensar lo que su amigo Martin, le había dicho. Alguien abre la puerta, se escuchan murmullos, Wilo sonríe, la monga piensa, que quieres, grito Wilo, nadie contestaba, acá estoy, insistió Wilo, no hay nadie, añadió. El sonido vacilante de los pasos, se dirigía a un lugar: el cuarto de Carla. Wilo se adelanto, vio una delgada silueta en la habitación rosada, Wilo: Que haces acá, y donde esta mi hermana, y la silueta: eh, esto…, eh, chau, y la silueta se desvaneció en la vaga oscuridad de la habitación. Wilo, corrió detrás de la silueta, sabía quien era, pero quería estar seguro. Escucho que alguien tropezó, prendió la luz, para su sorpresa no era María Gracia, la que había entrado a su casa, como una ladrona, sino, Érica, la hermana de Marigrace, Wilo sorprendido, un poco ruborizado, porque le gustaba Érica, dijo: Tu, que…, que haces acá, ah, Érica quedo callada, se incorporo, le dijo sin mirarlo a los ojos: Carlis, me dijo que venga y…, y que, dijo Wilo, …y me dijo que sacara una cosa, dijo Érica, que cosa, ah, dijo Wilo con cierta curiosidad, no, nada, una cosa, nada más, dijo Érica, Wilo la miraba con desconfianza, pero no podía más, la quería besar, era imposible no mirar sus ojos azules, su boca rosada, acariciarle sus cabellos rubios, ay Wilo, piensa. Bue…, bueno, okey, dile a Carla que dentro de media hora iré a verla, dijo Wilo, okey, William, dijo Érica. Érica era la mayor de tres hermanas, tenía la edad de Wilo, su hermana María Gracia, cuatro años menor que ella, tenia la edad de Carla, y la última: Chelsea, nació hace una semana. Tocan la puerta, quien será, quien será, piensa. Antes de abrir la puerta, dice: eres tu Martin. No hubo respuesta, Wilo insistió: Eres tu Martin, ahora lo dijo con cierta molestia. Wilo alcanzo a escuchar una vocecita: soy yo, ábreme. Un rostro delicado, blanco, relleno, asomaban detrás de la puerta. Pasa hombre, me asustaste, dijo Wilo. Pensé que no eras tú, se ruborizó Martin. Siéntate, siéntate, dijo Wilo, es quería decirte algo muy importante, dijo Martin. Estás pálido compadre, vaciló Wilo.
espero sus criticas jajaja |
| | | d.rivas Senior
Cantidad de envíos : 4342 Edad : 103 Localización: : Fecha de inscripción : 14/04/2008
| Tema: Re: Mis Ficciones Sáb 29 Ene 2011 - 18:03 | |
| Bueno, tengo que decirte que no usas ningún tipo de técnica, ponte a leerlo y verás como empiezas a embalarte porque no tiene pausa el relato, luego es facilmente confundible que personaje es el que está hablando y no te enteras de nada cuando estás leyendo. Sigue trabajando, y leyendo, pero te digo que es importante leerse a uno mismo y rectificar en cada error. Yo como base te aconsejo que mejores lo que te he dicho. Saludos y no decaigas. |
| | | cobain11 Infantil
Cantidad de envíos : 1404 Edad : 35 Localización: : Fecha de inscripción : 26/08/2010
| Tema: Re: Mis Ficciones Sáb 29 Ene 2011 - 20:08 | |
| - d.rivas escribió:
- Bueno, tengo que decirte que no usas ningún tipo de técnica, ponte a leerlo y verás como empiezas a embalarte porque no tiene pausa el relato, luego es facilmente confundible que personaje es el que está hablando y no te enteras de nada cuando estás leyendo.
Sigue trabajando, y leyendo, pero te digo que es importante leerse a uno mismo y rectificar en cada error. Yo como base te aconsejo que mejores lo que te he dicho. Saludos y no decaigas. has leido a vargas llosa???? no tengo mas q decir lee la Casa Verde y Conversacion en la Catedral, te sorprenderas |
| | | Pool Loco por LVM
Cantidad de envíos : 12057 Edad : 33 Equipo : RCD Espanyol Selección : Chile Localización: : Fecha de inscripción : 25/01/2009
| Tema: Re: Mis Ficciones Sáb 29 Ene 2011 - 20:22 | |
| La verdad no analize mucho la obra encontre que hubo una exagaracion de insultos al principio.No es necesario resaltar tanto insulto si la idea queda clara.Segundo por el nombre de goku pense que lei un episodio dragon bal. en fin creo que lo que dice rivas atina mucho al caso.todos comienzan con algo y despues se perfeccionan hasta lograr ser grandes escritores leer y escribir a diario ayuda mucho.(bueno eso le dicen todos pero tienen razon) |
| | | cobain11 Infantil
Cantidad de envíos : 1404 Edad : 35 Localización: : Fecha de inscripción : 26/08/2010
| Tema: Re: Mis Ficciones Sáb 29 Ene 2011 - 20:59 | |
| emmm, aca en peru usamos mucho las lisuras, y creo q en chuile tambien, pero en españa, los libros de autores españoles, no usan muchas lisuras, pero vamos q no vivimos en el mundo conservador. digo tambien q este es una ficcion nueva, falta corregirla, falt curarla, se q tiene muchos errores, pero la idea la tengo clara... la tecnica usada es la misma de: Conversacion en la Catedral, antes de esta ficcion habia escrito otra... donde ya llevo mas de 80 paginas... esta en primera persona y tiene 3 personajes principales... yo primero escribo, luego corrijo las fallas ortograficas... me quitan el tiempo... este es el tercer capitulo de mi otra novela: Yo no soy un jesuita, el subcapitulo se llama: Los conejillos de indias. en este capitulo utilizo una tecnica muy dificil de comprender, hay q estar atentos xDDD - Spoiler:
Tres
ME HABÍA levantado temprano, Lucia aun do-mina y duque se paseaba de un lado a otro. Le di de co-mer al animal. Decidí tomar el desayuno afuera de casa, en la esquina de mi casa había un café y además tenía ganas de un cappuccino. —Un croissant de jamón y queso y un cappucci-no, por favor —le dije a la señorita. Cuando me dirigía a sentarme a una mesa, me en-contré con Lolo, un amigo de la infancia. —Hola Lolo, a los años —le dije mientras le estre-chaba la mano. —Ese Diego, a los siglos te dejas ver —dijo Lolo mientras se tocaba su cabeza rapada. Lolo era maceteado, había estudiado en la Pedro Ruiz Gallo, había entrado a la Nasa a estudiar contabili-dad, de ojos ovalados y cejas pobladas, de cachetes re-llenos —de cariño le decíamos cachetes — y de piel cane-la. Mientras hablábamos, muchos recuerdos vinieron a mi cabeza. —Oe, te acuerdas cuando me compraron mi bici —le dije sonriendo. Yo y mis primos, Titi y Miguel, habíamos sacado mi bicicleta que mis padres me regalaron por mi cum-pleaños. Titi era blanco, flaco, zambo, su pelo: marrón y de ojos achinados, se parecía a mi tío. Miguel, su her-mano, era cholo, de piel canela, tambien tenía los ojos achinados, se pelo: negro, se parecía a su madre. Lláma-te a Lolo, dijo Miguel, y Titi ahorita lo llamo. —Sí, claro que me acuerdo —dijo. Pensé: Tiempos aquellos. La lluvia había dejado la cancha de futbol como una laguna, era inevitable resbalarse, pensé. Titi se pa-seaba en mi bici, maniobraba para no caerse, y no por-que se pueda ensuciar la ropa, sino que quería evitar las burlas del barrio. —¿Casi te matas no? —le pregunto, mientras le doy un bocado a mi croissant. Miguel ahora quien se paseaba, el dominaba muy bien la bici, mientras hacía maniobras y hasta manejaba sin manos. Era mi turno. Ojala no me mate, pensé. Pensé: si me saco la mierda, todos se reirán de mí, va-mos Dios no me desampares. —Es que les estaba enseñando a manejar más rápido —decía mientras sonreía. Cinco vueltas y nada, solo me faltaban cinco más y no habrá vergüenza alguna, pensé. Y Titi apúrate, y Miguel que es para hoy y Lolo apúrate mierda. A mí no me mierdees, le dije. —Ya ves, por dártela de profesor, jajá —le dije. Termine de dar las diez vueltas, estaba empapado de sudor, no sé si por el calor o por el miedo a caerme. Era el turno de Lolo. Ahorita les voy a enseñar cómo se maneja rápido, dijo mientras se montaba a la bici. Yo era el que casi no sabía manejar, así que ya no había de quien reírse, dije. Lolo comenzó a manejar, más rápido que Miguel, a una gran velocidad, cuando iba por la novena vuelta dijo: Así se maneja, así se maneja, cuando termi-no de hablar se dio cuenta que había un gran charco, de lodo y piedras, y que ya era tarde para frenar, Lolo se había sacado la mierda. —¿Pero aprendieron, no? —dijo mientras le daba un sorbo a su milk-shake—. Las carcajadas no se hicieron esperar, Lolo se quería morir, Titi, Miguel y yo nos reíamos sin parar. Me meo dijo Titi, eres bien huevón dijo Miguel, vacan tus clases dije. Lolo se había ruborizado, su polo se hab-ía manchado de lodo y se había raspado todo el codo. —Oye y te acuerdas en carnavales —dijo Lolo riéndose—. Era el mes de Febrero, cada chica que pasaba por el barrio, salía bien empapada y bien manoseada. Noso-tros, además de mojar a las chicas, le metíamos la mano al culo o las tetas, ya se nos había hecho costumbre, creo a las chicas tambien porque seguían pasando por el ba-rrio. —No me hagas acordar —le digo. Un día, Titi, Miguel, Lolo, Rayder y yo, salimos a mojar y, en el mejor de los casos, manosear a chicas que pasen por el barrio, cada uno llevaba 2 globos, y Rayder llevaba una bolsa llena de globos, por si hacen falta. Media hora esperando y no pasaba ninguna chica, va-mos donde el llantero, ahí pasan jermas como mierda, dijo Titi. Y en efecto, ni bien llegamos donde el llantero dos chicas pasaban. —Te cagaron el polo —dijo Lolo mientras se reía. A la cuenta de tres todos salimos y las mojamos, si no se mueven, ya saben que hacer (tocarles el culo), dijo Miguel. Uno, dos, (…). —Me cagaron, concha su mare, dije. (…)Tres, dijo Miguel. Todos corrimos con direc-ción donde estaban las chicas, ellas habían agarrado unas piedras, para impedir que las mojemos, con los globos en mano. No, por favor, no nos mojen, imploraba la chica. Que se han creído mierdas, dijo la otra. Sus súplicas no las escuchamos y las mojamos, Rayder y Miguel pudieron tocarles el culo, yo no llegue. Una chi-ca salió corriendo persiguiendo con piedra en mano a Miguel, Titi y Lolo, mientras que a Rayder y yo nos per-seguía la otra con una lata llena de aceite quemado que había cogido del llantero, Rayder era falco y corría muy rápido, así que esquivo el aceite, pero yo no tuve esa destino. Parte de mi cara, todo el brazo y todo el polo se habían manchado de aceite, que esa puta lanzo. ¿Por qué me pasa a mí, porque de los cinco, a mi me paso esto? Que mala suerte que soy, pensé. Las carcajadas no se hicieron esperar, Rayder se tiro al suelo para reírse, Lolo se había orinado de verdad de tanta risa y yo como huevón limpiándome el aceite, era inútil porque nunca iba a salir. En el camino era un calvario para mí, porque además de las risas de mis amigos, otras personas que estaban por allí se reían tambien. —Oye y que fue de Porras —le dije a Lolo. Era de tarde, el sol se imponía, parecía el desierto, si caminabas sin zapatos, te jodias, porque las ampollas eran el futuro de tus pies. Estaba solo sentado en un tronco, no había nadie, decidí entonces llamar a mi ami-go Porras, el vivía al otro lado de mi casa. —¡Porras! —gritaba mientras veía si salía por su ventana. Asomo su cabeza, su enorme cabeza, y el hago una seña para ver si salía. —Ahorita salgo, espera que me voy a cambiar —me dijo el cabezón. Porras aparte de ser cabezón, era gordo, el pelo: negro, se lo cortaba a coco, de cejas pobladas y la piel bronceada, por el sol. —Sigue viviendo en el antiguo barrio, dijo Lolo. Cerca del barrio, había un colegio y cerca de allí vivían una variedad de animales. Porras llevaba su re-sortera. Yo no necesitaba de eso para matar pajaritos o lagartijas, pensé. Pensé: si me mato un pajarito, me lo como frito, si me cazo una lagartija, me la quedo de mascota. Primero cazábamos saltamontes, grillos u otros insectos voladores, a veces por casualidad pisá-bamos escarabajos, craso error, el hedor que despedían los mierdas era desagradable, olía peor que mierda re-cién excretada. Cada uno llevaba una bolsa con lo que había casado o matado, después en una olla vieja lo quemábamos todo. —¿Está estudiando? —le pregunte a Lolo. —Ni siquiera ha terminado el colegio —me dijo. El calor de mierda esta espantando a los insectos, dijo Porras. Mira, un saltamontes, le dije mientras cami-naba despacio, Porras no me hizo caso, porque había visto a una libélula de color azul, eran muy raras las libélulas de color azul. Con suma rapidez cogí al salta-montes y cuando regreso a mirar a Porras, el ya había agarrado a la libélula. Se habían pasado las horas, el sol apunto de ocultarse, la tarde había perdido el color, la penumbra se asomaba, Porras y yo habíamos cazado varios animales e insectos, nos dirigíamos a la casa de Porras a quemar a los bichos en una vieja olla, que el tenia. —¿Porqué, ah? —dije asombrado. El vaho que salía de la olla era peor que la mierda de un perro con churreta, pensé. Los animales rostiza-dos se los comió el Rusty, un perro chusco, con pinta de pitbull, que deambulaba por las calles. —Si es un vago de miércoles —dijo Lolo riéndose. Ya era de noche, me despedí de Porras y fui a mi casa. Me duché, me cambie de ropa y me prendí la tele-visión para ver el Dragon Ball Z. Lolo me había contado que Porras además de no haber terminado el cole, era un borracho, decía que ya tenía mujer e hijos, yo me no creía, pero quien sabe. —¿Lolo, te acuerdas de la tal Molly?, la del balcón —le dije. Un día Titi, Miguel y yo, estábamos jugando fulbi-to en la canchita del barrio —en ese tiempo había tres grupos en el barrio, el primero llamado Los Pedones, conformado por Miguel, Rayder, Titi, Lolo, Porras, yo y Néstor, y otros más que no recuerdo que vivían cerca de nuestro barrio. El otro grupo llamado Los pitbulls, con-formado por Pitbull, Manolito, George’s, El Negro, Waissman, y Toto, y otros que no recuerdo que vivían al otro lado del barrio. Luego había otro grupo de ambos barrios, eran los viejos del grupo, llamado Los Stones, conformado por George —no confundirlo con George’s —, Linho, Raúl, Juanito, Eddie, Loco Iván, Daniel —después se peleo con el grupo—, Piccoro y Mañuco, y otros vagos que vivían cerca del barrio y del otro barrio. Se podría decir que Los Pedones y Los Pitbull se tenían una rivalidad. Se podría decir tambien que Los Stones tenían cierta alianza con Los Pedones. Había tambien dos grupitos de chicas, no tenían nombres, uno estaba con-formado con las chicas del otro barrio que eran Molly, Lizbeth, Danny y Jessica —era del barrio pero se juntaba con las del otro barrio —, el otro grupito eran chicas del barrio conformadas por Margarita, Dani —no confundir con Danny —, Cintia y Ana, inseparable de Dani, —entonces alguien había dicho que Los Pitbulls querían conversan con nosotros. —Está en la Vallejo —me dijo. Esta que estudia hotelería y turismo. Fuimos entonces a ver qué pasaba, el otro barrio quedaba a la vuelta del nuestro. Entonces vimos a Pit-bull y al El Negro en la casa de Molly. Aperraos de mierda, pensé. Estaban sentados como cojudos espe-rando que salga Molly para olerle el culo, en sentido figurado. Los Pitbulls querían una guerra, pero de globos, ya que estábamos en plenos carnavales. La guerra ya tenía día y hora, el próximo sábado a las cuatro de la tarde. —¿Está buena? O nada —le dije a Lolo sonriendo. —Está hasta las huevas —dijo—. Esta flaca y nada de cuerpo y la nariz le ha crecido más, dijo. Las chicas se habían reunido en la casa de Lizbeth, yo y Lolo fuimos, ya que Lolo me había dicho que lo acompañe, creo que estaba enamorado de Molly —la dientes de lata —pensé. Pensé: Si acompaño mucho a Lolo por este barrio, van a pensar que tambien me gusta Molly, pero no, a mí me gusta Margarita y nadie más. Entramos a la casa de Lizbeth, ella era alta, de ca-beza ovalada, de pelo negro, lacio y largo, bien dotada, era mucho mayor que yo, tenía casi la edad de Miguel, allí aparte de ella estaba Molly y Danny. Molly era alta, serrana, usaba brackets, narizona, de ojos ovalados y marrones, y flaca, Danny era morena, de ojos chinos, nariz pequeña, un poco cachetona, bien dotada, el pelo negro medio ondulado. Tambien se encontraban Pitbull: agarrado, iba al gimnasio, piel blanca, voz ronca, chato y tenía su pinta. El Negro, obvio negro hasta las venas, tenía que reírse para poder verlo, zambo y creo que desea algún día levantarse y ser blanco, que tambien estaba enamorado de Molly y el lorna (mascota) del grupo, Toto, gordo, mofletudo, con una papada que más bien parecía su segunda cara, una gran boca, parec-ía un sapo, ojos achinados y piel morena, que tambien estaba enamorado de Molly. La verdad es que Molly es fea, serrana, fea y se-rrana, no sé que le ven, me pregunto, mejor es Danny, mil veces mejor. Seguro Molly los tiene así por sus dien-tes de lata, pensé, yo prefiero a mi Margarita, a ella y nadie más. —¿Sigue con El Negro? —le pregunté, haciendo un gesto de asco. —Sí, desde que está con él, se ha puesto más fea —dijo riéndose—. Lizbeth nos dijo para jugar Twister, lástima que no estaba Margarita. Mientras los demás jugaban Twister, yo fui a comprar una gaseosa. —¿Ase fue el día en el que Margarita se fue a Li-ma no? —me dijo Lolo mirando hacia arriba. Caminando por la vereda, vi a Margarita sola, sentada afuera de su casa, estaba triste, acaso llorando, se le veía pálida, cabizbaja, acaso resignada, su semblan-te ya no era el mismo ¿qué habrá pasado? ¿Por qué Margarita esta tan triste? Seguí el sendero que dirigía a la casa de Margarita, ella se había puesto de pie, ¿acaso ya me vio? ¿No quiere verme? ¿Estará molesta conmi-go? ¡Maldita sea, Margarita, que pasa ahora! —Exclamé, mientras apresuraba el paso—. —Sí, hasta ahora lo recuerdo —le dije mirando hacia abajo. Ahora corría. Estaba a pocos metros de Margarita y aceleraba el paso más y más. Qué te pasa, le dije a Margarita cogiéndola del brazo e impidiendo que entre a su casa. No me hables nunca más Diego, por favor suéltame el brazo, no quiero hablarte nunca, me dijo Margarita con tristeza, pero no con odio. ¿Si no me odia, porque no me quiere hablar? Al menos dime porque no me quieres hablar, le dije mientras le soltaba el brazo. Mis papas se van para Lima y ya no te voy a ver nunca más, así que no hablarte, ayudara a no llorar el día que me vaya, me dijo sollozando. No entiendo, dije. ¿No entiendes, que?, me dijo secándose las lágrimas. No entiendo porque no me quieres ver o hablar nunca, si te vas a Lima, no entiendo nada, le dije alzando la voz. Acaso no entiendes que estoy enamorada de ti, ahora las lágrimas volvían a aparecer; no dije nada, me quede helado, yo tambien estaba enamorado de ella pero no sabía que ella de mi, si no decía nada entraría a su casa pensando que no estaba enamorado de ella, así que ten-ía que decir algo, tenía que decir algo inteligente. Yo tambien, le dije a Margarita mientras ella secaba sus lagrimas. ¿Tu tambien qué? ¿Qué, tambien te vas a Li-ma?, me dijo. No Margarita, yo tambien estoy enamora-do de ti, siempre lo he estado, ahora yo era el que quería llorar. Margarita no dijo nada, quedo pasmada, hubo un largo silencio. Eso lo complica todo, dijo y se le notaba en su cara rabia e impotencia. Ahora el silencio era en-sordecedor, ninguno de los dos quería decir nada, la nariz de Margarita se había enrojecido, pero su sem-blante ahora era diferente, ya no estaba pálida, ahora sentía ira, molestia y cierto grado de impotencia, por no poder impedir su salida a Lima. Al día siguiente me levante muy temprano, me lave y me fui directo a la casa de Margarita. Divise que ya habían empacado casi todo, así que apresure el paso. Me di cuenta que Margarita no estaba allí ¿Acaso se quedaría? ¿Habría convencido a sus padres de quedar-se? —Buenos días, señora Angélica —le di un beso en la mejía—. Buen día, Diego —me toco el pelo—. —Buenos días, don Fritz —le estreche la mano—. Buen día, hijo —me dio dos palmadas en el hombro—. —¿Y Margarita? —les dije mirando hacia adentro de su casa, vacía ya. —Empacando sus cosas —dijo la señora Angélica haciendo un gesto de tristeza—. —¿Puedo ir a verla? —le pregunte, encarando la cara arrugada de le señora—. —Claro, pero no se demoren mucho —dijo la se-ñora Angélica, mientras metía las maletas en la camio-neta. La casa se veía diferente: el piso estaba lleno de polvo, las paredes totalmente descuidadas, las cucara-chas ahora tenían el mando de la casa. Mientras subía las escaleras, pensaba como sería mi vida si, en efecto, nunca más volvería a ver a Margarita; Quizá el destino ha deparado esto para nosotros, pensaba. La oscuridad no me dejaba diferenciar el color de las puertas, la puer-ta del cuarto de Margarita era de color rosada, cuando reconocí la puerta, le di un par de golpes. —¿Eres tu papá? —dijo Margarita, tenía la voz ronca, ¿acaso de tanto gritar? Seguía tocando, pues si le decía que era yo, quizá se ponga a llorar y no me deje siquiera verla. —Está abierto, pasa papá —ahora su voz había cambiado, ahora su voz reflejaba resignación—. Cuando me vio, su rostro cambio completamente, de resignación e impotencia a felicidad pero creo que por dentro sentía una gran tristeza. —Hola, ¿Puedo pasar? —le dije y pensé que me iba a decir que me fuera, pero me sorprendió su res-puesta. —Pasa Diego, ven ayúdame a empacar, anda —me dijo con una gran sonrisa, esa linda sonrisa que no veía desde hace mucho. Ella se encontraba sentada en su cama, tenía el pe-lo suelto, me encanta que lo tenga suelto, sin maquillaje, me encanta que no se ponga maquillaje —no lo necesi-ta—, sin mirarme me hizo una seña para que me sentara al lado suyo, mientras tomaba asiento pude aspirar el perfume que su piel despedía, era el mejor de los per-fumes, y lo tenía gratis. —Veo que solo faltas tú —le dije sonriendo—. Tus papas te están esperando. —Diego ¿A qué has venido? —dijo mirándome a los ojos—. —A despedirme de ti, como te lo prometí —deje de mirarla a los ojos. —¡Que tonta soy! —exclamo mirando el suelo, se tapo la boca. —¡Que pasa!, tú no eres ninguna tonta y no llores por favor —le dije tocándole el hombro, su piel era muy suave. —Tú siempre tan bueno y yo quería nunca más verte, no merezco tu amistad, y tienes razón no soy una tonta, soy una estúpida mal agradecida. Se detuvo porque su voz se le había quebrado. A ella no le gustaba que la vean llorar. —No digas estupideces, anda no seas sonsa, ven acá, tu nunca perderás mi amistad —me abrazo, creo que demasiado fuerte, ¿acaso tenía miedo? Eran las cuatro de la tarde, y Lolo ya se había ido, habíamos conversado un buen rato, mientras caminaba recordaba como ese día Margarita me besaba pensando que ya nunca me volvería a ver, pero el destino no iba a ser tan cruel con nosotros.
CAMINO A mi casa, me encontré a mi hermana Lucia, estaba llorando, la tome de los bazos y le dije que le había pasado. Me había dicho que mi mamá le había prometido ir al cine —pero no pudo porque se había ido al hospital —y como estaba ya casi por terminarse el mes, decidí llevarla yo. Qué película quieres ver, le dije mientras le besaba la frente. Una comedia, ahora no lloraba, ahora reía, cuando reía sacaba su pequeña len-gua rosada para mojarse los labios. Mientras me ducha-ba, Lucía me sacaba la ropa que me iba a poner; Cuando salía con ella, siempre me elegía la ropa, era la regla y yo le escogía la ropa a ella, yo le había escogido un short corto, color violeta, un bvd de tiras, color blanco y unas sandalias que mi madre le había comprado, hacía mu-cho calor. —Lucía, escógeme ropa bonita y fresca, ok —le di-je mientras me estaba secando. —Hay Diego, yo te escojo la ropa que ¡yo! Quiera —me dijo sonriendo, acaso actuando, yo siempre pensé que mi hermana Lucia debía que ser actriz. Lucia me había escogido un polo que me había comprado la semana pasada, de color blanco, una ber-muda playera impermeable de color blanca y negra y unas zapatillas Puma, de color blanca con negro, tam-bien. Agarre mi billetera, mi celular y mis lentes. —¿Una comedia, no? —Le dije agarrándoles los cachetes—. —Si una bonita —sacaba la lengua —pero nada de esas aburridas. Mientras caminábamos, compré dos helados, el calor era insoportable. Entramos a Cine-planet, la cartele-ra de Cine-planet era la siguiente: Papas a la fuerza − Julie y Julia – Enamórate de mí − Identidad Sustituta – Solo para parejas – Hada por accidente – Sherlock Holmes – Alvin y las ardillas 2 – Avatar – Actividad Paranormal – La princesa y el sapo. Le hice una seña a Lucia para que mirara las pelí-culas en cartelera y escogiera cualquiera. Escogió Papas a la fuerza. Nos reímos mucho con la película y veía como mi hermanita sacaba su lengua cuando terminaba de reírse y luego me daba besos para agradecerme y me dejaba el rostro empapado. Pensé: ¿Porque mamá no había podido traerla? Cuando salimos le pregunte a Lucia que quería comer. Chifa, chifa, chifa —decía dan-do saltos de alegría. Para ser honestos a mi tambien me gustaba el chi-fa, y a ella le encantaba, si por ella fuera comería todos los días chifa. Podemos decir que si dependiéramos de la comida china, yo y mi hermana, sobreviviríamos sin problemas. La lleve al Chifa Central: un chifa que está cerca de nuestra casa, y allí preparan la comida riquísima. Ella pidió un plato salado y yo un dulce y luego compartía-mos, el problema lo tuvimos en las bebidas, a ella le encanta la Sprite y a mí, la Inka-Cola, así que para pelear pedí una de cada una, mi hermana humedeció sus la-bios y me dio un gran beso. Esto me hacía recordar cuándo iba con mis pa-dres, Lucia todavía no nacía, al chifa, en esos tiempos no me gustaba tanto la comida china, prefería el pollo a la brasa o rostizado, mis padres ordenaban una fuente de tallarines y una gran variedad de carnes y para Diego —yo— un cuarto de pollo rostizado. Llenaba a mi madre de besos, por comprarme el pollo aunque luego termi-naba comiendo más tallarines que los dos juntos. Cerca del chifa queda una tienda de juguetes, ex-clusiva para niños, lleve a Lucia para comprarle cosas.
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| | | Paramore Admin
Cantidad de envíos : 21921 Edad : 31 Equipo : Bayer Leverkusen Selección : England Localización: : Fecha de inscripción : 10/12/2008
| Tema: Re: Mis Ficciones Dom 30 Ene 2011 - 4:24 | |
| Estuvo bueno pero como dijo Rivas le hace falta pausas..
A mi me gustaria ser escritor de novelas de misterio jeej xd ______________________________ LOS CAUDILLOS DEL PARQUE
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| | | d.rivas Senior
Cantidad de envíos : 4342 Edad : 103 Localización: : Fecha de inscripción : 14/04/2008
| Tema: Re: Mis Ficciones Dom 30 Ene 2011 - 18:34 | |
| - cobain11 escribió:
- d.rivas escribió:
- Bueno, tengo que decirte que no usas ningún tipo de técnica, ponte a leerlo y verás como empiezas a embalarte porque no tiene pausa el relato, luego es facilmente confundible que personaje es el que está hablando y no te enteras de nada cuando estás leyendo.
Sigue trabajando, y leyendo, pero te digo que es importante leerse a uno mismo y rectificar en cada error. Yo como base te aconsejo que mejores lo que te he dicho. Saludos y no decaigas. has leido a vargas llosa???? no tengo mas q decir lee la Casa Verde y Conversacion en la Catedral, te sorprenderas He leído a Vargas Llosa, y él usa una técnica maravillosa, pero hay que saber encajar la manera de narrar la historia con la propia historia, y en ese texto que has escrito no está hecha la mejor elección a mi entender. Saludos. |
| | | SonK Loco por LVM
Cantidad de envíos : 17532 Edad : 28 Equipo : RSC Anderlecht Localización: : Fecha de inscripción : 12/10/2010
| Tema: Re: Mis Ficciones Dom 30 Ene 2011 - 18:38 | |
| - Paramore escribió:
- Estuvo bueno pero como dijo Rivas le hace falta pausas..
A mi me gustaria ser escritor de novelas de misterio jeej xd novelas mias?? y eso?? |
| | | cobain11 Infantil
Cantidad de envíos : 1404 Edad : 35 Localización: : Fecha de inscripción : 26/08/2010
| Tema: Re: Mis Ficciones Dom 30 Ene 2011 - 19:10 | |
| - d.rivas escribió:
- cobain11 escribió:
- d.rivas escribió:
- Bueno, tengo que decirte que no usas ningún tipo de técnica, ponte a leerlo y verás como empiezas a embalarte porque no tiene pausa el relato, luego es facilmente confundible que personaje es el que está hablando y no te enteras de nada cuando estás leyendo.
Sigue trabajando, y leyendo, pero te digo que es importante leerse a uno mismo y rectificar en cada error. Yo como base te aconsejo que mejores lo que te he dicho. Saludos y no decaigas. has leido a vargas llosa???? no tengo mas q decir lee la Casa Verde y Conversacion en la Catedral, te sorprenderas He leído a Vargas Llosa, y él usa una técnica maravillosa, pero hay que saber encajar la manera de narrar la historia con la propia historia, y en ese texto que has escrito no está hecha la mejor elección a mi entender. Saludos. vargas llosa es un dios, al igual q borges y marquez... he leido conversacion en la catedral y hastra ahora hay partes que no logro comprender, ai no usa pausas, solo escribe y escribe y escribes y escribe y escribe y escribe...ñ. |
| | | Invitado Invitado
| Tema: Re: Mis Ficciones Mar 3 Mar 2015 - 20:29 | |
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| | | Varela_10 Loco por LVM
Cantidad de envíos : 41245 Edad : 31 Equipo : Werder Bremen Selección : España Localización: : Fecha de inscripción : 16/03/2009
| Tema: Re: Mis Ficciones Jue 19 Mar 2015 - 18:56 | |
| - Meyer escribió:
- Ostia Curco Vein
Que va, siendo un escritor de renombre seguro que es...
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| Tema: Re: Mis Ficciones | |
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