Lo más común de la carrera futbolística, e incluso de los deportistas en general, son las lesiones. Es algo con lo que cada jugador debe convivir a diario, ya que el deporte que practican es lo que les da para vivir.
Pero también se deben exponer a las enfermedades y lesiones hogareñas, como la que por estos días vive el delantero chileno Emilio Hernández, quien tras no ser bien considerado por el técnico Pedro Troglio, comenzaba a ganarse un lugar entre los citados para el Torneo de Clausura y la Copa Libertadores.
Pero la mala suerte existe y el “Choro” Emilio deberá permanecer dos semanas fuera de las canchas tras sufrir la quemadura de sus testículos, sí lo lee bien, sus partes genitales.
Al mal afortunado ex jugador de Universidad de Chile se le derramó una taza con agua hirviendo sobre su cuerpo y por aquel accidente hogareño deberá estar dos semanas en reposo para que se restituyan los tejidos.
Una verdadera “mala pata”, como le pasó alguna vez a Santiago Cañizares, que se perdió el Mundial de Corea y Japón 2002 por cortarse un tendón de su pie cuando se le cayó un perfume en el baño.
Triunfo.cl