Yannick Noah, ex tenista francés y padre de Yoakim, pívot de Chicago Bulls y de la selección francesa de baloncesto, ha insinuado con claridad meridiana que el dopaje es la clave que explica la avalancha de éxitos del deporte español en los últimos tiempos. Y lo ha hecho a través del diario 'Le Monde', que dedica un espacio a España en todas sus secciones debido a las elecciones del 20-N.

"La poción mágica" es el esclarecedor título del artículo, una referencia al poblado galo de Asterix y Obelix que, en el famoso cómic, obtenía su fuerza sobrehumana de una pócima secreta preparada por el druida. La premisa de Noah es también directa: "¿Cómo puede una nación dominar el deporte de la noche a la mañana?".

Para Noah, el dopaje es una realidad en el deporte mundial. Y el mejor es el que más se dopa según su lógica: "El deporte es como 'Astérix en los Juegos Olímpicos' (referencia a uno de los cómics del famoso héroe galo). Si no tienes la poción mágica, es difícil ganar. Y parece que, como Obélix, ellos (en referencia a España) fueron los afortunados que cayeron en la olla".

En su artículo se refiere a casos como el de Alberto Contador y a la permisividad de las leyes y las autoridades españolas: "Vamos a dejar la hipocresía. La mejor política es aceptar el dopaje y que todo el mundo tenga la poción mágica. Por supuesto, debemos respetar la presunción de inocencia, pero que nadie se deje engañar. En España hubo el 'caso Fuentes', el mayor escándalo de dopaje de la historia, y se silenció. La mayoría de los clientes españoles del doctor se salvaron. Tal vez porque allí el deporte juega un papel muy importante y sus héroes están más protegidos que en otros lugares".

Por último, niega que pueda haber ningún otro secreto en el éxito español que las sustancias ilegales: "¿Han descubierto técnicas de entrenamiento o de formación e instalaciones de formación que nadie antes había imaginado? He buscado y he encontrado registrada o documentada ninguna de estas innovaciones". Sólo una explicación: "La poción mágica. Cuando yo andaba todavía entrenando con mi raqueta, no hacíamos el ridículo delante de nuestros amigos españoles como ahora pasa en el campo de fútbol, en el baloncesto o el Tour de Francia".