Llegaba el derby francés con dos equipos metidos en la zona alta, un Marsella metiendose poco a poco en la pelea por el ascenso directo y un Lyon que lleva todo el año entre los tres primeros. Una victoria visitante haría que se fuese con mucha diferencia hacia el ascenso directo. Los de Setién, tenían que ganar, pero tenían varias rotaciones por cansancio tras la prórroga copera.

El equipo no lo notó, en media hora frenética barrió a su rival, con Payet y Modric liderando el equipo, se puso 3-0 a pesar de la roja a Modric y la lesión de Under, que deja al equipo muy tocado nuevamente para visitar al Everton el lunes.

El equipo ya está enganchado a la zona alta de la tabla, ahora queda lo dificil, mantenerse y dar el salto. El próximo partido ante el Everton será de nuevo clave.