Viajaba el OM a Amsterdam con un equipo partido en dos por la prórroga disputada ante el Liverpool, más la posterior resaca de la fiesta.
Setién no sabía ni qué jugadores estaban en condiciones de jugar, así que montó el equipo más humilde y que mejores condiciones tenía para ir a por el partido. No le salió nada mal, el conjunto francés dio una exhibición tremenda de saber estar, aguantó las embestidas de los locales y acabó ganando el partido con solvencia tras sentenciar a la salida del descanso.
Payet, como viene siendo habitual, logró abrir la lata, y alcanzó los 10 tantos en lo que va de temporada. Tras el descanso, fue Muller el que cerró el partido y dejó claro que los tres puntos volaban a Francia.
Se pone tercero el OM, en puestos de ascenso directo por primera vez esta temporada. El lunes recibe al Milán en otro partido clave.
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"El infierno del VELODROME"