Drama en el Velodrome en el tiempo de descuento. Los de Quique Setién recibían a un Milán que no está dando la talla en la categoría y que venían sin su manager, ausente desde hace unos 15 días.

El ambiente en la ciudad francesa era de optimismo, pero pronto se vio que iba a ser muy complejo superar hoy a los italianos. En un partido igualado, con ocasiones para ambos equipos, se llegó al descanso con empate a 0.

Tras agitar setién el partido con los cambios, pronto se desequilibro. Luis Henrique hacía el 1-0 y hacía saltar de alegría al Velodrome, que veía como el partido se ponía más de cara tras quedar el Milán con 10. En lugar de echarse atrás el OM intentó cerrar el partido con el segundo gol y se encontró con el 1-1 en la última jugada del partido.

Golpe anímico durísimo para un OM que iba a dar un salto importante en la clasificación.