UN PARTIDO DE LOCOS
Sensaciones diversas ha dejado el empate 3-3 entre Leverkusen y Everton por la jornada 16. Un encuentro en el que Bilardo no se guardó nada y lo planteó de buena forma, aunque no consiguió el objetivo del triunfo. Se pudo apreciar al argentino retirarse del terreno con una notoria amargura, y es que cuando faltaba poco para el final, los alemanes alcanzaron el empate. Precisamente los locales empezaron ganando, con una iniciativa que se evidenció en los primeros 10 minutos. Sin embargo, Everton logró darle vuelta a partir del orden táctico y aprovechar los espacios dejados por el rival. Pese a ello, Leverkusen volvió a igualarlo y comenzó un nuevo partido con la expulsión sufrida por ellos y que derivó en el penal ejecutado por Calvert Lewin. Era un 2-3 tremendo para los de Bilardo, pero llegó ese fatídico minuto final que dejó con la miel en los labios a los ingleses.
No hay tiempo para lamentos puesto que se le viene la Copa a Everton, en que enfrentará nada más y nada menos que al Liverpool.